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domingo, 23 de agosto de 2009

Agresividad Posesiva en el Perro

“No te acerques al perro cuando está comiendo” ¿Recuerdas haber escuchado eso alguna vez?
Usualmente lo escuchamos de nuestros padres, abuelos o de nuestros tíos favoritos, y tenían mucha razón al decírtelo. Muchos perros tienen problemas de agresividad posesiva, que es muy parecido a cuando un niño pequeño aprieta su juguete favorito contra su pecho y te grita: “¡mío!” en el caso de nuestros perros significa “Esto mío, solo mío y no quiero que lo mires siquiera”



Aprendiendo a Compartir la Comida
Digamos que ahora se acerca la hora de la comida… La comida es un recurso muy preciado para nuestros perros, y un perro posesivo tratará de arrancarte la mano de una mordida si tratas de retirar el plato antes de que termine de comer. Así que mejor cambiamos de método para este recurso.
Llévate el plato y pon sólo un poco de comida en él. Pero no se lo des. Aún no. Hazte rogar.
Seguro que primero comienza con unos ladridos y gimoteos. Luego comenzará a mirar el plato fijamente, como si pudiera bajarlo al suelo mediante telekinesia. Finalmente se rendirá y se hará el cachorrito, te dará esa mirada dulzona de “pobrecito, no he comido en años, ¿no te doy pena?” Entonces sí le darás la comida.
Pero no es sólo cosa de bajar el plato y listo. Primero tu perro tendrá que hacer algo por ti. Sentarse. Con el plato aún en tu poder, pídele que se siente. La orden puede ser “Sit” o “Sentado”, a veces no funciona desde la primera vez, se paciente, cuando lo haga (los perros lo hacen automáticamente, pasará tiempo antes de que relacione la acción con el mandato), entonces le darás el plato diciéndole “ten” o “toma” (o cualquier orden que le sirva para identificar que ya puede tomar lo que le das), y que sea sin poner el plato en el suelo, sino que sostendrás el plato en tu mano para que él coma de allí. Si no comienza a comer inmediatamente, repite la orden “ten” o “toma”, pero sin hablarte duramente, hazle saber con tu tono de voz que está bien que coma.
El siguiente paso, una vez que esté comiendo con el plato en tu mano con plena confianza y antes de que se termine el alimento, retira el plato despacio, si protesta, usa la orden que aprendió antes “comparte” o “cambio” y ofrécele un poco más de comida a cambio del plato. Esta vez le pondrás el plato en el suelo para que coma a sus anchas.
La idea es que tu compañero aprenda que no lo vas a dejar morir de hambre, pero que tienes el derecho de quitar su plato cuando quieras, y que probablemente si lo haces es porque algo bueno va a suceder (ej. más comida para él).
Practica este ejercicio todos los días hasta que no te gruña o proteste cuando le vas a retirar el plato.
Amansando la Bestia


Ahora el próximo paso. Siguiendo la rutina anterior has logrado que coma mientras sostienes el plato y que puedas retirarlo sin que te arranque una mano, vamos bien. Ahora daremos un paso más allá. Cuando le bajes el plato y lo dejes comer a sus anchas, no te retires, quédate a su lado y coloca suavemente una mano en su cabeza. Si te mira mal, pero de todas formas sigue comiendo, entonces vamos bien.
Entonces lo acariciarás despacio, esto es algo recompénsate para tu perro, pero le tomará un tiempo darse cuenta de que no estás tratando de robarle su comida.
Una vez que se acostumbre a que lo acaricies cuando come, y que esté relajado en tu compañía mientras lo hace, el siguiente paso es remover el plato. Oh sí, harás exactamente lo que tu perro temía que hicieras; pero no te quedarás con el plato, se lo quitas y colocas dentro uno de esos bocadillos “súper deliciosos, hiper motivadores, soy capaz que hacer lo que sea para probarlos” que mencioné antes y le regresas el plato. Es como el “cambio” pero sin darle la orden. Practica esto durante unos días.
Con mucha paciencia, persistencia y recompensando el buen comportamiento de tu perro, con bocadillos y el “muy bien” que nunca debe faltar, puedes convertir un perro celoso de sus cosas y agresivamente posesivo en un compañero en el que puedes confiar, aún mientras está comiendo. Sin embargo, recuerda que una vez que aprenda que no vas a robarle su comida no debes de seguir practicando los ejercicios, el propósito de este artículo es evitar accidentes desagradables, que puedas meter la mano en el plato mientras tu perro come no significa que debas hacerlo, después de todo, todos merecemos poder comer en paz.
Nota Importante:
Si tienes un perro adulto con problemas de agresividad posesiva y crees que no tienes la experiencia necesaria para manejarlo (o si tu perro es muy grande y le tienes miedo), entonces lo ideal es llevarlo a entrenamiento en manos de un profesional.
Fuente: vidaperros.com


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