Edad del Perro

Las Perspectivas de Vida del Perro

La primera pregunta que me suelen plantear muchas personas es por la esperanza de vida del perro. Es algo que nunca he entendido. En primer lugar porque resulta difícil de responder y, en segundo lugar, porque nunca le pregunto a una persona cuánto piensa que va a vivir.
Se puede dar una respuesta de doble sentido. Según la edad que es posible para la raza en cuestión (que he indicado en el perfil de cada una de ellas) y según un valor estadístico medio. Este último resulta muy deprimente debido a la muerte temprana por enfermedades, accidentes mortales y similares.
Así, dependiendo del país, clima y cuidados, pueden llegar a los siete o hasta los veinte años. Entre las distintas razas, los Terrier del Tíbet y los Lhasa Apso son los Matusalén, que pueden llegar a vivir hasta 20 años y alcanzan un buen promedio, de 10 a 14 años, mientras que las menores esperanza de vida son para los Bulldog y los Bully (Bulldog francés), de 7 a 9 años.
Las estadísticas acerca de las causas de muerte entre los perros caseros proceden de las clínicas caninas y son cifras no necesariamente representativas. Hay que considerarlas con una cierta reserva. De todas las maneras, cerca del 30% de todas las muertes se deben a enfermedades infecciosas de los perros de hasta 2 años de edad, aunque existan vacunas preventivas. Sin embargo, hay gente que no los vacuna por un falso sentido del ahorro, dejadez o superstición. Si se compara esta situación con la humana, las vacunas extendidas de manera consecuente han hecho que sólo un uno por ciento de las personas fallezcan en la actualidad debido a enfermedades infecciosas, y se trata de ancianos.
A partir del quinto año de vida, los perros presentan una mayor predisposición hacia la enfermedad. En primer lugar está el cáncer y los tumores cancerígenos. (En los seres humanos, por el contrario, predominan las enfermedades cardiocirculatorias). El perro no sufre infartos de miocardio y la apoplejía es muy rara. El cáncer de útero en las perras y el de pulmón en los machos desempeñan un papel secundario. Aunque no se pueden evitar los tumores en los perros, se les puede extirpar quirúrgicamente al detectarlos a tiempo y prolongar de este modo la vida del animal.
La Edad del Perro en Comparación con la del Ser Humano
¿Qué edad tiene un perro de diez años comparado con un ser humano?

Tabla Comparativa de las Edades
El Perro Viejo
Prescindiendo de la brutalidad que ello supone, creo que una persona que ha vivido durante doce o catorce años con un perro no puede deshacerse de él o hacerlo matar porque sea viejo. Me parece que lo que sucede es precisamente lo contrario: que es incapaz de decidirse a dar una muerte indolora al animal viejo, enfermo e incapaz.

Antes se calculaba del siguiente modo: el primer año contaba como un año y cada uno de los restantes como siete. Así, un perro de diez años tendría, según los antiguos cálculos, 64 años. Según los cálculos científicos más recientes serán 56. La imprecisión de los cálculos antiguos se manifiesta sobre todo en los primeros años: una perra de un año era comparable a un bebé de un año, mientras que una de dos años ya puede tener varias camadas, algo imposible en una niña de ocho años. Damos a continuación una tabla comparativa de las edades del perro y del ser humano:

Sé que es una decisión difícil. Cada día se le ha tomado más confianza, se ha adaptado más a nosotros y se ha vuelto más parecido. Sabe todo y entiende todo. Esto es lo más bonito de la convivencia con un perro viejo: sigue dispuesto en todo momento a jugar y a ser como un cachorro, aunque sus huesos no se lo permitan. Puesto que se trata de un animal olfatorio, la pérdida del oído y de la vista no le perturban tanto como a un ser humano si su olfato se mantiene relativamente bien.
Lo que sí que le molesta es que ya no puede estar siempre limpio. Esto no tiene nada que ver con la educación o la testarudez, sino simplemente con su naturaleza más débil.
Por esta razón hay que prestarle atención cuando pide salir.
Actualmente la eutanasia se ha perfeccionado en tal medida, mediante los narcóticos progresivos, que el perro no se da cuenta de nada y el propietario sensible puede permanecer a su lado hasta que exhala el último aliento. Un final que ya querríamos muchos seres humanos. El veterinario se encarga del cadáver del animal. En algunas ciudades hay cementerios para perros y existen disposiciones precisas sobre el modo de enterrarlos en terrenos particulares.