Mentiras y verdades sobre el cuidado del pelo.
El aseo rutinario mantiene sano el pelo del perro y previene las enfermedades cutáneas, excepto cuando se utilizan productos inadecuados o se llevan a la práctica ciertas costumbres muy extendidas que, en vez de favorecer, estropean y dañan el manto del animal.
Mentira: El cepillado es una rutina innecesaria.
El pelaje de los perros esta cambiando continuamente, y si no se eliminan los pelos muertos, éstos se enredarán. Además el cepillado periódico contribuye a quitar las partículas de polvo, permitiendo que su manto luzca limpio durante mas tiempo.
Un ejemplar con el pelo sucio y descuidado tiene mas posibilidades de sufrir enfermedades cutáneas, y aunque el cepillado es importante para todos los perros, resulta imprescindible para las razas de pelo largo. Para evitar problemas habrá que acostumbrarlos desde cachorros. Para ello se le cepillara con suavidad dos veces al día, de cabeza a cola.
Mentira: Peine o cepillo, da lo mismo.
Conviene señalar que las razas de pelo largo, como el Collie, necesitarán cepillos o peines especiales, mientras que las de pelo corto se conformarán con uno de cerdas. Existen intensillos muy útiles (guantes especiales) que además de peinarlos, los masajea. Además hay cepillos especiales, que se encargan de sacar nudos o desenredar.
Mentira: Pelo brillante, perro sano.
El brillo del manto está controlado por el estado de ciertas glándulas que producen una sustancia untuosa (sebo). La alimentación tiene mucho que ver con ellas, y una dieta pobre en grasa, sales, yodo, vitamina B, se tr
aducirá en sequedad y caída del pelo. Sin embargo, la salud afecta a todo animal, por ejemplo, un perro que sufre una grave insuficiencia cardíaca puede lucir, sin problema un manto lustroso, fuerte y sanísimo.
Mentira: El champú para bebés les anda bárbaro.
La piel de las personas no tiene nada que ver con la de los perros, y utilizar sobre ellos productos concebidos para nosotros puede ocasionarles serias irritaciones.De hecho la piel humana tiene un espesor aproximado de 1 mm, frente a los 0,1 y 0,5 mm de los perros. Además, nuestro pH es algo más ácido que el de ellos.
Mentira: ¿Productos de limpieza en seco?. Todo lo que quiera.
El champú seco solo debe utilizarse de forma excepcional, ya que su acción sobre el pelo podría resultar, a la larga, agresiva. El champú seco elimina en exceso la grasa que, a modo de protección, se sitúa sobre la capa mas superficial del pelo, con lo cual la piel queda mas expuesta a los agentes externos.
Verdad: Antes de bañarlo hay que cepillarlo-
Antes de meter a un perro en el baño resulta absolutamente necesario desenredar su pelo.
¿Por qué?; porque un manto mojado y enredado es prácticamente imposible de peinar.
Además ni el champú ni la crema podrán actuar con eficacia, puesto que al amo, o al peluquero, le será muy difícil masajear correctamente el pelo del animal. Y aunque lo consiguieran, una vez seco, sería un desastre de nudos.
El aseo rutinario mantiene sano el pelo del perro y previene las enfermedades cutáneas, excepto cuando se utilizan productos inadecuados o se llevan a la práctica ciertas costumbres muy extendidas que, en vez de favorecer, estropean y dañan el manto del animal.
Mentira: El cepillado es una rutina innecesaria.
El pelaje de los perros esta cambiando continuamente, y si no se eliminan los pelos muertos, éstos se enredarán. Además el cepillado periódico contribuye a quitar las partículas de polvo, permitiendo que su manto luzca limpio durante mas tiempo.
Un ejemplar con el pelo sucio y descuidado tiene mas posibilidades de sufrir enfermedades cutáneas, y aunque el cepillado es importante para todos los perros, resulta imprescindible para las razas de pelo largo. Para evitar problemas habrá que acostumbrarlos desde cachorros. Para ello se le cepillara con suavidad dos veces al día, de cabeza a cola.
Mentira: Peine o cepillo, da lo mismo.
Conviene señalar que las razas de pelo largo, como el Collie, necesitarán cepillos o peines especiales, mientras que las de pelo corto se conformarán con uno de cerdas. Existen intensillos muy útiles (guantes especiales) que además de peinarlos, los masajea. Además hay cepillos especiales, que se encargan de sacar nudos o desenredar.
Mentira: Pelo brillante, perro sano.
El brillo del manto está controlado por el estado de ciertas glándulas que producen una sustancia untuosa (sebo). La alimentación tiene mucho que ver con ellas, y una dieta pobre en grasa, sales, yodo, vitamina B, se tr
aducirá en sequedad y caída del pelo. Sin embargo, la salud afecta a todo animal, por ejemplo, un perro que sufre una grave insuficiencia cardíaca puede lucir, sin problema un manto lustroso, fuerte y sanísimo.Mentira: El champú para bebés les anda bárbaro.
La piel de las personas no tiene nada que ver con la de los perros, y utilizar sobre ellos productos concebidos para nosotros puede ocasionarles serias irritaciones.De hecho la piel humana tiene un espesor aproximado de 1 mm, frente a los 0,1 y 0,5 mm de los perros. Además, nuestro pH es algo más ácido que el de ellos.
Mentira: ¿Productos de limpieza en seco?. Todo lo que quiera.
El champú seco solo debe utilizarse de forma excepcional, ya que su acción sobre el pelo podría resultar, a la larga, agresiva. El champú seco elimina en exceso la grasa que, a modo de protección, se sitúa sobre la capa mas superficial del pelo, con lo cual la piel queda mas expuesta a los agentes externos.
Verdad: Antes de bañarlo hay que cepillarlo-
Antes de meter a un perro en el baño resulta absolutamente necesario desenredar su pelo.
¿Por qué?; porque un manto mojado y enredado es prácticamente imposible de peinar.
Además ni el champú ni la crema podrán actuar con eficacia, puesto que al amo, o al peluquero, le será muy difícil masajear correctamente el pelo del animal. Y aunque lo consiguieran, una vez seco, sería un desastre de nudos.
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